Venus con espejo fue sin duda una de las obras más populares de Tiziano. Durante el Renacimiento, la idea misma del amor se alió con la contemplación de la belleza, y la imaginería del espejo y el reflejo se encontraba a menudo en la poesía amorosa. En Italia, el tema se remonta a la denuncia de Petrarca al espejo, il mio adversario (mi rival), que sostenía el rostro de su amada Laura. Sin embargo, otros artistas pintaron a Venus, o a sus propios amantes mortales, admirando su imagen reflejada.
En la pintura, una de varias versiones realizadas por el artista, dos cupidos asisten a Venus. Uno sostiene el espejo mientras el otro se acerca para coronarla con una guirnalda. Se adhiere estrechamente al canon de belleza femenina ensalzado por los poetas del Renacimiento: cabello rubio, piel clara enrojecida de rosa, labios rojos y cejas arqueadas.
Para la pose de Venus, Tiziano transformó ingeniosamente una conocida estatua antigua de la colección Medici, pero esta Venus no tiene rastro de la frialdad del mármol. Transmite vívidamente la calidez y el brillo de la carne flexible, la riqueza del terciopelo y el brillo de los bordados dorados. Se siente tanto como se ve la suavidad de la túnica forrada de piel mientras roza su piel y la perfección tersa de sus mejillas teñidas de rosa. El ala de un cupido brilla con iridiscencia.
Oh, espejo, te envidio solo por ella ...
¡Ay! Me gustaría cambiar mi lugar por el tuyo ...
Serafino dall'Aquila, 1502-1516
Venus del espejo
Autor Tiziano
1555
Técnica Óleo sobre lienzo
Tamaño 124 × 104
Localización Galería Nacional de Arte
Washington D.C.
