El cuadro de Botticelli, como otros del siglo XIX, se titula El nacimiento de Venus. A pesar del título, la escena representa el desembarco de la diosa en la isla de Chipre.
En el centro de la pintura está Venus surgiendo del agua, representada de pie sobre una concha marina. La diosa parece avanzar levitando ligeramente sobre las olas hacia su objetivo. Venus está desnuda y Céfiro, a la izquierda, sopla hacia ella mientras abraza a la ninfa Cloris.
A la derecha, en cambio, una de las Horas o una de las Gracias ofrece a Venus un manto bordado con figuras de arrayanes, prímulas y rosas. El manto es una obra maestra en si mismo, realizada con flores bellamente pintadas. A su alrededor, el paisaje apenas se ve, como el mar que parece un papel pintado. De hecho las ondas se representan mediante simples signos lineales.
La pintura de Botticelli, como La Primavera , nació también en el seno de la cultura neoplatónica muy extendida en Florencia. De hecho, en la corte de Lorenzo el Magnífico , hubo muchos intelectuales seguidores de esta filosofía. Según los principios del neoplatonismo, el amor representa un principio vital y una fuerza para la renovación de la naturaleza.
El tema subyacente del cuadro es la celebración del nacimiento de una nueva humanidad, representada por la figura de Venus . La diosa es representada desnuda pero su desnudez tiene una intención estética y abstracta. Esta figura idealizada representa el modelo de belleza según Sandro Botticelli.
Venus está desnuda y se cubre el pubis con la mano en actitud de tímida reserva. Este gesto también se encuentra en las figuras esculpidas de las estatuas clásicas que reciben el nombre de Venus pudica . El término que caracteriza a este tipo de Venus deriva del carácter reservado expresado en el gesto, precisamente modesto . Además, el pelo largo enmarca parcialmente el cuerpo como una sábana natural.
Las figuras de Céfiro y Cloris también remiten a una fuente clásica. Probablemente se trate de la decoración presente en una joya helenística propiedad de Lorenzo el Magnífico
.
Curvas rítmicas y fluidas hacen que el drapeado sea ligero y elegante, especialmente en el vestido movido por el viento que Ora regala a Venus . El cabello de la diosa, movido por el viento, también cae del mismo modo hacia abajo. Finalmente, el decorativismo estilístico también se encuentra en detalles naturales como flores y hierbas.
Venus, la diosa del amor, media entre la pasión física y la pureza espiritual. El mensaje del cuadro se convierte así en la necesaria búsqueda de un equilibrio entre las pasiones terrenas y la elevación espiritual.
Cómo en otras obras del artista aparece en el centro representando a Venus, Simonetta Cattaneo Vespucci, dama noble de Génova que fue su musa perpetua y su amor platónico.
LA OBRA
Sandro Botticelli
Nacimiento de Venus
Fecha entre 1476 y 1487
Témpera sobre lienzo
172,5 x 278,5 cm.
Florencia, Galería de los Uffizi
