Los faunos, seres mitológicos de la antigua Roma y Grecia, eran criaturas que habitaban en los bosques y campos, conocidos por su naturaleza juguetona, su amor por la música y la danza, así como por su devoción a la diosa de la naturaleza, Venus. Estas figuras mitológicas tenían características únicas que los distinguían, como la parte inferior de su cuerpo, que era similar a la de un macho cabrío, con patas y cuernos, mientras que su parte superior se asemejaba a la de un hombre.
Los faunos se consideraban protectores de la vida silvestre y los lugares naturales, y su presencia estaba asociada con la fertilidad y la vitalidad de la tierra.
La mitología romana y griega está llena de historias que involucran a los faunos en diversas aventuras y encuentros con los dioses y otros seres mitológicos. Una de las conexiones más destacadas de los faunos en la mitología es su relación con Venus, la diosa del amor, la belleza y la fertilidad.
Venus, conocida como Afrodita en la mitología griega, era una deidad venerada por su incomparable belleza y su influencia en los asuntos amorosos y sexuales. Se creía que ella inspiraba pasión y deseo en los corazones de los mortales y los dioses por igual, y su presencia se asociaba con la abundancia y la prosperidad.
La relación entre los faunos y Venus se remonta a las raíces mismas de la mitología romana y griega, donde estos seres míticos eran considerados seguidores y adoradores de la diosa del amor. Se decía que los faunos celebraban rituales en honor a Venus, danzando y tocando música en los bosques en su honor, y participando en festivales y ceremonias en su nombre.
En muchas leyendas y mitos, los faunos eran retratados como acompañantes y compañeros de Venus, actuando como mensajeros y guardianes de su reino. Se decía que los faunos guardaban celosamente los secretos de la diosa y la protegían de los peligros que acechaban en los confines de la naturaleza.
Una de las historias más famosas que involucra a los faunos y su relación con Venus es la leyenda de Cupido y Psique. En esta historia, Cupido, el dios del amor, se enamora de la mortal Psique y la lleva a un lugar secreto donde vive con su madre, Venus. Los faunos son retratados como servidores y seguidores de Venus en esta historia, ayudando a mantener el secreto de la relación entre Cupido y Psique y protegiendo a la pareja de los intentos de Venus de separarlos.
Los faunos también aparecen en otras historias relacionadas con Venus, como la leyenda de Atalanta y Hipómenes, en la que los faunos juegan un papel crucial al ayudar al joven amante Hipómenes a ganar una carrera contra la veloz Atalanta, gracias a su intervención divina inspirada por Venus.
Además de su conexión con Venus, los faunos también eran conocidos por su participación en festivales y rituales en honor a la diosa. Se decía que los faunos lideraban procesiones y danzas durante las festividades dedicadas a Venus, llevando a cabo rituales sagrados y actuando como intermediarios entre los mortales y los dioses.
En el arte y la literatura de la antigua Roma y Grecia, los faunos eran a menudo representados en escenas que mostraban su devoción a Venus, tocando música, bailando y participando en festivales en su honor. Estas representaciones reflejaban la creencia de que los faunos eran criaturas bendecidas por la diosa del amor y la belleza, y que su presencia en la naturaleza estaba imbuida de su divina gracia y poder.
Es el caso de de esta pintura, del gran escultor Antonio Cánova, quien también cuenta en su haber con algunas pinturas, como por ejemplo: Venus con Fauno que aquí publicamos.
La pintura representa a Venus desnuda acostada en un sofá antiguo ricamente decorado; es captada en el momento en que se descubre las piernas y, a sus pies, aparece un Fauno totalmente atraído por la mujer. El cuadro fue realizado por el artista durante su primera estancia en Roma y hay claras referencias al arte veneciano de Giorgione y Tiziano. Obras que ya hemos publicado anteriormente en La Vida es Arte.
LA OBRA
Venus con Fauno
Antonio Cánova
1792
Oleo sobre Lienzo
