La historia de Perseo y Andrómeda deriva de la mitología griega y contiene una sabiduría muy profunda sobre las interacciones de la energía masculina y femenina. Perseo es uno de los más grandes héroes de la mitología griega y ya hemos hablado en otras ocasiones de ellos, en La Vida es Arte, pero siempre hay sorpresas y algo distinto según la interpretación del artista. Cómo dirían en Netflix: En Capitulos Anteriores... Habíamos dejado a la feliz parejita en su merecida Luna de Miel, guardando un respetuoso silencio...
¿Pero que fue de la vida de los tortolitos, comieron perdices y ya?
Pues resulta que el muchacho regresó a la isla de Seriphos con su esposa, Andrómeda, sólo para descubrir a Polidectes persiguiendo a su madre, Danae. Perseo que a esta altura ya tenía la mecha corta, hizo un pase mágico con la cabeza Medusa, que a esta altura ya era parte de su vida y Polidectes y su grupo pronto se unieron a la lista de estatuas de piedra by Medusa.
Toda la familia finalmente decidió abandonar Seriphos y regresar a Argos, manteniéndolo en secreto del Rey Acrisio. Un día, Perseo participaba en una justa deportiva y mientras lanzaba el disco, golpeó accidentalmente a su abuelo matándolo al instante. La vieja profecía se había cumplido.
Después de la muerte de Acrisio, el Reino de Argos pasó naturalmente a Perseo, quien se creía indigno de él, ya que había causado la muerte de su abuelo, incluso por accidente. Entonces ofreció el reino de Argos a Megapenthes, a cambio del reino de Tiryns.
Cuando Andrómeda murió, la diosa Atenea la situó entre las constelaciones del cielo del norte, cerca de Perseo y su madre, Casiopea. Es representada en el cielo del hemisferio norte por la constelación Andrómeda, que contiene la galaxia de su mismo nombre (M31).
La galaxia de Andrómeda es la galaxia más cercana a nuestra propia Vía Láctea y ambas son las dos mayores galaxias del Grupo Local. Catalogada como M31 es la entrada 31 en el catálogo de objetos celestes difusos, creado por el astrónomo francés Charles Messier. Se encuentra a aproximadamente 2,9 millones de años luz de nuestra galaxia, lo que significa que su luz tarda unos 2,9 millones de años en alcanzarnos. Esta galaxia es una de las pocas visibles a simple vista, cuando las condiciones climáticas son favorables.
Ahí vemos en lo alto a Perseo en su caballo pegaso y a la damicela bajo las alas del dragón que recibe las flechas de nuestro héroe, aquí no hay cabeza de Medusa, sólo un clásico y medieval rescate principesco de una damisela en apuros.
Disfruta el vídeo de esta maravillosa obra !
LA OBRA
Perseo y Andrómeda
Artista: Frederic Leighton
Fecha de creación: 1891
Períodos: Neoclasicismo, Academicismo