La historia de Amor y Psique es, quizás, la más hermosa alegoría jamás contada sobre el viaje del alma humana hacia la inmortalidad. La trama comienza con Psique, la hija de un rey, cuya belleza era tan abrumadora que la gente de su reino solo hablaba de ella y, al hacerlo, olvidaba seguir el culto y la adoración a Venus (Afrodita), la diosa del amor y la belleza. La diosa, sintiéndose ultrajada por esta rivalidad nacida de la mortalidad, envía a su hijo, Cupido (Eros), el dios del deseo, para castigar a la insolente.
Leer más… Amor y Psique. La Ascensión del Alma a través de la Pasión y la Curiosidad
El Romanticismo, que floreció aproximadamente entre finales del siglo XVIII y mediados del siglo XIX, no fue solo una moda artística; fue una revolución cultural que abarcó la literatura, la música y, por supuesto, la pintura. Nació como una reacción apasionada contra la fría lógica, el orden estricto y la racionalidad impuesta por el Neoclasicismo. Si los neoclásicos buscaban la perfección en la simetría y las reglas de la antigüedad grecorromana, los románticos buscaron la verdad en un lugar mucho más profundo y turbulento: el sentimiento, la imaginación y la emoción incontrolable.
Existen imágenes universales que forman parte de nuestra historia colectiva, y una de las más icónicas es sin duda el Hombre de Vitruvio de Leonardo da Vinci. Esta ilustración, repetida y reinterpretada a lo largo de los siglos, es mucho más que un simple dibujo: es un símbolo de la conexión intrínseca entre arte, ciencia y filosofía. Realizada hacia 1490, esta obra refleja no solo la curiosidad insaciable de Leonardo, sino también su compromiso con la búsqueda de la perfección y las leyes universales que rigen tanto el cuerpo humano como el universo.
Leer más… La Proporción Divina: El Hombre de Vitruvio, un Mapa de la Geometría Humana y el Cosmos
Cuando pensamos en Gustav Klimt (1862-1918), inmediatamente nos viene a la mente el color oro. Sus lienzos, más que pinturas, parecen joyas gigantescas, mosaicos resplandecientes que fusionan la figura humana con patrones abstractos y destellos metálicos. Pero este amor por el oro no fue casual ni una moda pasajera; fue una herencia directa, una vocación que se forjó en el taller de su infancia. Para entender la revolución artística que Klimt lideró en Viena, primero debemos conocer al hombre que soñó en oro.
Leer más… Un Sueño Dorado: Gustav Klimt, el Orfebre del Alma y la Revolución de Viena
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