Nereidas, las hadas madrinas del mar. La contracara de las sirenas de quienes ya hemos hablado anteriormente en La Vida es Arte, que utilizando sus bellos encantos y sus hipnóticas voces, seducían a los marinos a los que luego arrastraban al fondo del mar para devorarlos, las Nereidas, por el contrario, eran las protectoras de los mares, serenando las aguas y protegiendo a los navegantes.
En la mitología griega, las nereidas eran las ninfas del mar, hijas de Nereo y de Doris, que habitaban en las profundidades del océano y que ayudaban a los marineros en los peligrosos mares. La palabra “nereida” significa “hija de Nereo”, quien era dios del mar, al igual que Poseidón, pues en la Antigüedad no era extraño que más de una divinidad representara el mismo elemento de la naturaleza.
Se cuenta que Pontos era el mar y Gea la tierra, y de esa unión nació Nereo, y de Nereo y de Doris, nacieron 50 nereidas. El nombre de nereida está relacionado con una raíz indoeuropea que significa nadar, en fenicio y árabe “nahar” es río; pero en griego se utilizaba para calificar a algo o alguien encantador.
Las nereidas salían a la superficie del mar, montadas en delfines y en otros animales marinos, y eran muy adoradas. Se construían altares en honor a ellas en las orillas de los mares y en acantilados para dejarles diferentes ofrendas, como aceites, miel y leche. Es que para los antiguos griegos, ellas representaban todo lo bello y amable del mundo marino, coronadas por corales, se decía también que cantaban con sus hermosas voces mientras bailaban junto a su padre.
Mientras algunos antiguos decían que las nereidas protegían a los marinos en sus travesías y vivían en palacios de cristal, otros las comparaban con delfines, monstruos marinos e incluso hipocampos. Hesíodo cuenta que ellas calmaban fácilmente las olas sobre el brumoso mar y las ráfagas de furiosos vientos.
Es así, que en general, la Nereidas aparecen en los mitos más como espectadoras que como protagonistas. Las que más se destacaron fueron Tetis, madre del poderoso Aquiles; Galatea, deseada por el cíclope Polifemo pero amada por Acis, y Anfitrite, esposa de Poseidón. Todas participaron también en la leyenda de Jason y los Argonautas, y en el mito del castigo de Andrómeda.
En el arte, sus figuras abundan: desde las palabras de Homero a las de Allan Poe, de los pinceles de Rafael hasta el cincel de Lola Mora. Hermosas, jóvenes y encantadoras, las nereidas siempre fueron un símbolo de la gracia y la belleza.
En la actualidad en Grecia se llama nereidas a las hechiceras y a los ojos femeninos considerados encantadores.
Ahora queda mucho más claro, que entre nuestras seguidoras se oculta más de una Nereida.
La Fuente Monumental Las Nereidas (también llamada de Lola Mora por haber sido realizada por la escultora argentina Dolores Candelaria Mora Vega de Hernández, Lola Mora) es una obra realizada en mármol blanco de Carrara que actualmente se halla en la Costanera Sur de la Ciudad de Buenos Aires y representa a las nereidas asistiendo al nacimiento de la diosa Venus.
La fuente iba a ser emplazada en la Plaza de Mayo, donde actualmente se halla la Pirámide de Mayo, pero debido a que los desnudos de la obra ofendían a los miembros de la curia, se inauguró a poca distancia de la Casa Rosada. A la ceremonia no asistió ninguna mujer.
Las polémicas moralistas continuaron: la sociedad victoriana y pacata consideró "licenciosas y libidinosas" las esculturas que muestran los cuerpos desnudos emergiendo triunfalmente de las aguas y en contraste al entusiasmo de la población que, en gran número, ovacionó a la escultora. Las fotos de la época la muestran como la única mujer en el palco, entre todos los funcionarios y terminado el acto, también estaba sola entre el numeroso grupo de caballeros que la agasajó en el Club del Progreso.
Se llegó hasta a poner en duda que una mujer hubiese podido ser capaz de crear esa obra, diciendo que en realidad fueron sus ayudantes los autores. La presión de las ligas moralistas obligaron a su traslado, en 1918, a un lugar más alejado y bien escondido de las moralistas miradas. El sitio elegido fue la Costanera Sur, frente a la entrada sur de la Reserva Ecológica de Buenos Aires, lugar donde se encuentra actualmente.
"Cada uno ve en una obra de arte lo que de antemano está en su espíritu; el ángel o el demonio están siempre combatiendo en la mirada del hombre. Yo no he cruzado el océano con el objeto de ofender el pudor de mi pueblo(...). Lamento profundamente lo que está ocurriendo pero no advierto en estas expresiones de repudio -llamémosle de alguna manera- la voz pura y noble de este pueblo. Y esa es la que me interesaría oír; de él espero el postrer fallo".
Lola Mora.
Y así fue !
LA OBRA
Fuente Monumental Las Nereidas
Autor Lola Mora
1903
Estilo renacentista con formas y texturas de estilo barroco
Mármol blanco.
Dimensiones: 6 m de alto x 13 m de ancho
Costanera Sur - Puerto Madero
Buenos Aires, Argentina