Esto implica no solo acompañar el alma del difunto, sino también por el contrario: ayudar en el nacimiento, "presentando" el alma del recién nacido al mundo. Esto también explica el título contemporáneo de "partera de los moribundos", o "Doula del final de la vida", que es otra forma del trabajo de un psicopompo.
Los psicopompos son criaturas, espíritus, ángeles o deidades en muchas religiones cuya responsabilidad es escoltar a las almas recién fallecidas desde la Tierra hasta el más allá. Su función no es juzgar al difunto, sino simplemente proporcionar un salvoconducto. Lo llevamos dónde necesita, no hacemos preguntas. Casi un Uber...
Representados con frecuencia en el arte funerario, los psicopompos se han asociado en diferentes épocas y culturas con caballos, cuervos, perros, búhos, gorriones y ciervos entre otros.
Un ejemplo conocido de un psicopompo es Caronte, el barquero del Hades, de quien ya hemos hablado en La Vida es Arte, éste llevaba las almas de los recién fallecidos a través del Estigia, un río de la mitología griega que limitaba entre la Tierra y el Inframundo, el Hades, conducido con puño de hierro por el dios del mismo nombre, uno de los hermanos de Zeus.
Mercurio, el mensajero, es otro psicopompo y es la contraparte romana del dios griego Hermes. Los griegos veían a Hermes como un ser astuto, e ingenioso, los romanos consideraban a Mercurio más como un dios del comercio.
Su templo en el monte Aventino en Roma le fue dedicado en el 495 aC. Allí estuvo asociado con la diosa Maia, quien se identificó como su madre a través de su asociación con la griega Maia, madre de Hermes. Tanto Mercurio como Maia son honrados en un festival el 15 de mayo, el día de la dedicación del templo de Mercurio en el Aventino.
Mercurio, el dios mensajero, no estaba entre los di indigetes ("dioses indígenas") de la religión romana antigua. Nació de la fusión de las religiones griega y romana, durante el siglo IV a.C. Se le describe como el que luce zapatos alados. Se le representa portando un bastón de heraldo o caduceo, destacando serpientes entrelazadas.
Mercurio fue adorado como el ícono del comercio de granos. Se le consideraba el mensajero de los dioses, que descendían para distribuir la generosidad del éxito comercial de vez en cuando. Bien que nos vendría un poco de ello en estos tiempos. También fue reverenciado como el Psicopompo Romano, dado que los romanos equipararon a Mercurio con Hermes, y gran parte de los mitos de éste último fueron reinterpretados en la literatura y el arte romanos bajo el nombre de Mercurio.
Hechas las presentaciones del Psicopompo Mercurio, avancemos.
Como ya hemos contado en otra publicación, Psique luego de ser abandonada por Eros, cumple una serie de pruebas que le había encargado Venus, la suegri, que lo menos que quería era que desapareciera y dejara tranquilo a su adorado Eros.
Psique consigue bajar a los infiernos para realizar la última tarea encomendada por Venus, entregar en una caja "algo de la belleza de Proserpina" con una regla clara, no abrirla, pero la curiosidad "mató a la gatita" era una trampa de Venus, al abrirla, surgieron vapores estigios que la hicieron caer en un sueño mortal. Venus había obtenido su objetivo.
Eros, que estaba enojado con Psique por su desobediencia, pero nunca tanto, va en su búsqueda, la encuentra y logra despertarla y obtiene de Júpiter el permiso para unirse a la chica en un matrimonio legítimo. Así entonces, Psique es llevada al Olimpo por Mercurio en dónde es alimentada con ambrosía, que la transforma en una diosa, para horror de su suegra, que no puede creer la buena suerte de la chica. Nosotros tampoco lo podemos creer Venus !
La escultura de Begas representa el momento en el que Mercurio, el Psicopompo de esta historia, intercede en el mundo de los muertos y se prepara para elevar a nuestra chica extraviada hasta el Olimpo. La obra destaca por el naturalismo de la composición, el cuerpo del dios realmente tensado para hacer frente al esfuerzo. Él la mira, interrogándola, mientras ella no parece tener muy claro que está sucediendo. Pero se deja llevar...
La Obra
Mercurio y Psique
Reinhold Begas
1878
Escultura en mármol
Ubicación Alte Nationalgalerie de Berlín.