Hemera rara vez se ve sola en el arte visual, su representación más común es como bebé de Nyx.
Se pensaba que Aether era el dios primitivo de la luz, ya que se creía que era el dios del aire superior azul, que rodeaba el planeta, el aire que se encuentra justo debajo de la cúpula del dios del cielo Urano. En ese momento, los antiguos griegos no necesariamente conectaban el concepto de luz con el sol.
El éter, como el aire superior, era el aire que respiraban los dioses; debajo de él estaba el aire respirado por el hombre, un aire que estaba conectado con la diosa Caos. También había un tercer aire, el aire oscuro que se encontraba bajo tierra y los rincones más oscuros de la tierra, y este era Erebus.
Hemera era, como dijimos, la hermana de Aether, y se la consideraba la primera diosa griega del día. Nuevamente, hubo una separación de roles entre la luz y el día. En la mitología griega posterior, Hemera casi desaparece, y su papel es asumido por Eos , la diosa griega del amanecer.
Padres e hijos trabajarían en estrecha colaboración, porque cada noche Nyx y Erebus partían cada tarde del Tártaro y traían la neblinosa oscuridad de la noche al mundo. Luego, a la mañana siguiente, la propia Hemara emergería del Tártaro para despejar la niebla oscura permitiendo que la luz del éter envolviera la tierra una vez más.
Aether y Hemera prácticamente no desempeñaron ningún papel en las historias sobrevivientes de la mitología griega, y solo ocasionalmente se mencionó a Aether. Los roles de ambas deidades primordiales fueron reemplazados por generaciones posteriores de dioses y diosas griegos.
Eter (Aether) fue reemplazada por Theia, la diosa titánica del cielo azul y la luz brillante, y luego el sol jugaría un papel más prominente, con Hyperion , Helios y Apolo, todos vinculados con nuestra estrella.
El papel de Hemera también fue asumido por un Titán, esta vez un Titán de segunda generación en la forma de Eos, la diosa griega del Amanecer.
El nombre de Aether ha perdurado hasta cierto punto, siendo un nombre que alguna vez se usó para el presunto quinto elemento, además de ser usado ocasionalmente para referirse al aire y al espacio.
LA OBRA
Hemera, diosa del día
William-Adolphe Bouguereau
Oleo sobre lienzo
Fecha 1884
Colección privada