El Tártaro, según la mitología griega, era una región del inframundo destinada a los que cometían crímenes atroces. Aunque no era un "infierno" en el sentido cristiano, el Tártaro albergaba figuras notorias como Sísifo, condenado a empujar eternamente una roca cuesta arriba; Tántalo, torturado por hambre y sed perpetuas; e Ixión, atado a una rueda en llamas por intentar violar a Hera. Dentro de este sombrío paisaje, las Danaides ocupaban un lugar especial, castigadas no por ofender a los dioses, sino por un crimen contra los hombres: la traición y asesinato de sus esposos.
Waterhouse, a través de sus pinturas, humaniza a las Danaides, invitándonos a reflexionar sobre el peso del arrepentimiento y la redención. A pesar de sus crímenes, las hijas de Dánao son retratadas como figuras trágicas atrapadas en un ciclo interminable, más víctimas de sus circunstancias que de sus propios actos.
Se trata de pinturas al óleo sobre lienzo que muestran a unas mujeres intentando llenar una gran olla de agua. Se turnan para vaciar sus jarras de agua, dos de ellas vacían sus jarras de agua, dos esperan en la fila y la quinta se va. Sin embargo, la olla más grande tiene agujeros, lo que dificulta llenarla hasta el borde. Sus ropas representan la aristocracia, lo que es un giro, ya que son para dueños de sirvientes, no para sirvientes. La pintura recuerda el castigo que se derritió sobre las hijas del rey Danaus. Después de matar a sus maridos, que eran hijos de su rey rival, las hijas de Danaus fueron condenadas a muerte y condenadas a llenar una enorme olla de agua con un agujero. Solo una de las 50 hijas del rey Danaus no mató a su marido.
La pintura original medía 60,7 pulgadas de alto y 43,7 pulgadas de alto. Son dos las versiones de Las Danaides, una realizada en 1902 y la segunda pintada en 1904. James Murray fue el primer propietario de la pintura The Danaides antes de venderla a la Aberdeen Art Gallery en 1927. La segunda versión es actualmente la más notable de las dos. Descubierta en 1989 y vendida a un coleccionista de arte privado, la segunda versión era más atrevida, con gráficos vívidos.
Ambas versiones de *Las Danaides* subrayan la inutilidad del esfuerzo y la imposibilidad del perdón en ciertas circunstancias. El mito de las Danaides tiene una poderosa moraleja: algunas transgresiones, especialmente aquellas motivadas por la traición y la violencia, no pueden deshacerse.
John William Waterhouse no solo interpretó un mito clásico, sino que le dio vida y emoción a través de su estilo único. Sus *Danaides* no son simples figuras mitológicas; son símbolos universales de la lucha contra la culpa, el castigo y la esperanza. Al contemplarlas, somos transportados al Tártaro, no como observadores distantes, sino como participantes en la tragedia de la condición humana.
Estas obras nos recuerdan que, aunque los mitos antiguos puedan parecer lejanos, sus lecciones siguen resonando: el perdón es un ideal poderoso, pero también un desafío que requiere más que intención para alcanzarse.
LAS OBRAS
Las Danaides
John William Waterhouse
Género pintura mitológica
Fecha 1903
Colección privada
Las Danaides
John William Waterhouse
Género pintura mitológica
Fecha 1906
Colección privada