Bouguereau pinta una Venus Anadyomene: una diosa del amor y la belleza que emerge de la espuma del mar, cerca de Cythera. El mito evoca la unión de Zeus y Dione. Venus representa el eterno femenino que agrada tanto a los hombres como a los dioses. Con Cabanel, Gervex y Gérôme, Bouguereau se asocia al género del desnudo académico.
El nacimiento de Venus es emblemático de una pintura sensual.
Es una composición equilibrada. En el centro, sobre una concha nacarada, Venus se yergue con un ligero balanceo.
Con los brazos levantados, se pasa la mano por el cabello, lo que resalta su belleza y su desnudez.
A los pies de Venus, dos ángeles juegan con un delfín, uno de ellos mira a Venus.
Alrededor de Venus nadan centauros y ninfas, todos mirándola.
El primer centauro está a la derecha de Venus con una ninfa en sus brazos, el segundo está a la izquierda de Venus, está rodeado por dos ninfas. El tercero a la izquierda de la pintura en primer plano en el agua hasta la cintura, se convierte en un caparazón.
En el cielo una nube de ángeles dibuja una voluta, sus brazos levantados imitando a Venus.
Todo el primer plano y las figuras que rodean a Venus están en la sombra.
Venus irradia, está iluminado por dos fuentes de luz, una emana del caparazón, la otra viene del cielo a la derecha de la pintura.
Esta iluminación da la impresión de que Venus sobresale de la composición.
En primer plano, los colores dominantes son tonos saturados de verde y negro.
En el horizonte y en el cielo, los colores sucesivos van del oscuro al claro, del gris al rosa y del rosa al azul en suaves tonos pastel.
Observamos el virtuosismo técnico del dibujo, las líneas armoniosas, la delicadeza del modelado, la perfección de los detalles y la superficie perfectamente lisa como exige la pintura académica .
Esta pintura es muy idealizada, armoniosa, estática y estética. Es una representación perfecta de la pintura académica.
Representada como una estatua antigua , la Venus de Bouguereau es una pintura que remite a los cánones de belleza y al ideal femenino:
Piel nacarada, anatomía perfecta y cabello abundante.
Bouguereau ilustra la sensualidad pintando su escena en el medio acuático. Las ninfas se envuelven alrededor de centauros que representan la virilidad. Esta sensualidad tiene eco en el cielo, con los querubines en sugerentes abrazos.
Bouguereau se mantiene fiel al mito al representar a los ángeles en primer plano sobre el delfín, sugiere que Venus es la hija del mar, tambien al representar a los ángeles en el cielo, se refiere a Eros, el dios del amor que ha tomó la forma de un ángel. Por su parte la concha sobre la que se asienta Venus es el símbolo del cielo y del mar y por ultimo el centauro en primer plano anuncia en su concha la llegada de Venus al mundo divino.
Esta pintura hace referencia a los temas y maestros del Renacimiento, Raphaël, Botticelli, que sin lugar a dudas influencian a Bouguereau. Al contrario de Cabanel que nos muestra su Venus reclinada, Bouguereau nos la presenta de pie, de frente, desnuda sobre una concha como la Venus de Botticelli.
Botticelli, Cabanel, Gérôme, todos pintaron la Venus , un tema mitológico y un pretexto por excelencia para una pintura erótica suprema.
LA OBRA
El nacimiento de Venus
Artista: William-Adolphe Bouguereau
Tamaño: 3 m x 2.18 m
Ubicación: Musée d'Orsay
Modelo: Venus
Género: Pintura de historia
Fecha de creación: 1879
Material: Pintura al óleo