La historia de Judith y Holofernes proviene del libro deuterocanónico de Judith en la Biblia. En este relato, Judith, una viuda hebrea de gran belleza y valentía, vive en una ciudad sitiada por el ejército asirio bajo el mando del general Holofernes. Los habitantes de la ciudad, desesperados, están a punto de rendirse, pero Judith decide actuar para salvar a su pueblo.
Judith se arregla elegantemente y, acompañada de su sirvienta, se dirige al campamento enemigo. Gracias a su belleza, es recibida en la tienda de Holofernes, quien queda cautivado por ella. Judith lo seduce hábilmente, ganando su confianza sin ceder a sus deseos. Una noche, durante un banquete en el que Holofernes se embriaga, Judith ve su oportunidad. Cuando él se queda dormido, toma su espada y, con determinación, le corta la cabeza. Luego, envuelve la cabeza en una bolsa y regresa a su ciudad.
El pueblo de Judith se llena de esperanza al ver la cabeza de su enemigo. Al día siguiente, los israelitas, alentados por el acto heroico de Judith, atacan a los asirios, quienes, al encontrar muerto a su general, huyen en desorden. Judith se convierte en una heroína, alabada por su coraje y astucia.
Esta historia ha sido inmortalizada en numerosas obras de arte, como la famosa pintura "Judith decapitando a Holofernes" de Caravaggio, que captura el momento dramático de la decapitación, mostrando la valentía y la justicia representada por Judith.
El cuadro más famoso del artista florentino Cristofano Allori, realizado entre 1610 y 1612, se convirtió en un éxito instantáneo y fue ampliamente copiado, debido en parte a la popularidad de la leyenda de la heroína bíblica Judith que el artista interpretó autobiográficamente; la cabeza decapitada de Holofernes es un autorretrato mientras que su amante Mazzafirra está retratada en el hermoso rostro de la joven, cuya ropa extraordinariamente lujosa es un tributo directo a la próspera industria textil de la ciudad.
Tras la muerte del pintor en 1621, el cuadro pasó a formar parte de las colecciones de los Medici y llegó al Palacio Pitti en 1666. Esta obra de Cristofano reconoce su influencia de Caravaggio a través de las enseñanzas de Artemisia Gentileschi, quien, en el mismo período al servicio de la familia Medici, pintó dos violentas interpretaciones de Judit para Cosimo II ( Galería de las Estatuas y Pinturas de los Uffizi, Sala 90, Inv. 1890 n. 1567 y Galería Palatina, Sala de la Ilíada, Inv. Palatina n. 398).
Cristofano enfatiza la belleza de la heroína, la candidez de los tonos de su piel y la exquisita calidad de su vestimenta, contrastados con el horror de la cabeza decapitada que sostiene en su mano. Judit aparece orgullosa de su hazaña y segura de su protección divina. El tema figurativo de Judith y Holofernes fue muy popular en Florencia, principalmente gracias a la escultura de bronce de Donatello erigida en la Piazza della Signoria en 1494 (ahora expuesta en la Sala de los Lirios del Palazzo Vecchio), y se convirtió en una representación de la astucia, el coraje y la fe en Dios, virtudes necesarias para obtener la libertad de cualquier opresor.
LA OBRA
Judith con la cabeza de Holofernes
Cristofano Allori
Museo Palacio Pitti
Técnica Óleo sobre lienzo
Tamaño 139 x 116 centímetros
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