Para Vincent, el cielo nocturno era más que un escenario natural; era un espacio donde proyectaba su mente en un juego de colores y luces. Ambas versiones de ¨La Noche Estrellada¨, aunque comparten un tema, capturan diferentes estados de ánimo y condiciones celestiales. Uno es un paisaje urbano, lleno de reflejos y calma, mientras que el otro, la obra icónica que pintó en Saint-Rémy, es una tormenta emocional reflejada en un cielo lleno de remolinos y estrellas brillantes.
La primera versión: ¨Noche estrellada sobre el Ródano¨ (1888)
En septiembre de 1888, mientras vivía en Arlés, en el sur de Francia, Vincent sintió una profunda inspiración al observar el cielo nocturno reflejado en el río Ródano. La ciudad de Arlés se iluminaba con lámparas de gas, y la escena de luces se reflejaba en el agua, creando un espectáculo de resplandor que Vincent no podía ignorar. En una carta a Theo, le explica la inspiración para esta obra:“Esta noche, mientras paseaba a la orilla del río, vi algo que tenía que pintar. El cielo estaba salpicado de un azul oscuro, iluminado por las estrellas, y las luces de la ciudad se reflejaban en el Ródano. Había algo en esa combinación de lo natural y lo artificial que me fascinaba profundamente… He intentado capturar la paz y la belleza que sentí en ese momento”.
En ¨Noche estrellada sobre el Ródano¨, Vincent representó el cielo nocturno como una mezcla de colores sutiles y elegantes. En este cielo, las estrellas no dominan la escena con la intensidad de su obra posterior, sino que están tranquilas, brillando suavemente. El río refleja los tonos azules y amarillos de la noche, y las luces artificiales de la ciudad añaden un toque cálido al cuadro. Es una noche tranquila, en la que los reflejos del agua crean una atmósfera casi romántica.
Vincent sabía que quería capturar el cielo nocturno, pero en esta versión su enfoque estaba más en la relación entre la naturaleza y la luz artificial. Las estrellas en este cuadro no son tan detalladas como las de la obra posterior, pero su presencia es esencial. En esta escena, Van Gogh lograba un equilibrio entre la calma de la naturaleza y el bullicio de la vida en la ciudad, y la paz del río contrasta con el movimiento que luego veríamos en la obra creada en Saint-Rémy.
La segunda versión: ¨La Noche Estrellada¨ (1889)
Un año después, en junio de 1889, Vincent se encontraba en el asilo de Saint-Rémy-de-Provence, donde había sido internado voluntariamente después de una crisis nerviosa. Desde la ventana de su habitación en el asilo, observaba el cielo nocturno, y fue esta visión la que se convirtió en su inspiración para la segunda y más conocida versión de ¨La Noche Estrellada¨.
En esta versión, todo es diferente. Las estrellas no son puntos sutiles en el cielo; son remolinos de luz, casi como explosiones cósmicas, que iluminan el firmamento con una fuerza visceral. El cielo se convierte en un lugar de movimiento continuo, una danza de formas que parece reflejar la intensidad de los pensamientos y emociones de Vincent.
En una carta que le envió a Theo el 20 de junio de 1889, Vincent describe este nuevo intento de capturar el cielo nocturno:
“He aquí una visión del cielo que es tanto una tormenta como una calma, en la que las estrellas giran en espirales y el cielo es como una tempestad de colores. Es extraño, Theo, pero parece que cuanto más intento encontrar paz, más se desata en mí la urgencia de crear algo apasionado y vivo… Esta noche estrellada es algo que nunca había visto, sino algo que siento profundamente”.
Van Gogh representó en esta obra un cielo que parecía mucho más que un paisaje nocturno; era casi una representación de su mente. Los astrónomos han notado que el patrón de las estrellas en el cuadro coincide con el cielo visible en Saint-Rémy en junio de 1889, especialmente con la posición de Venus, que aparece en la esquina derecha como una estrella especialmente brillante. Esta referencia astronómica nos permite ver cómo Van Gogh se inspiró en lo real, pero también cómo trascendió esa realidad para crear algo nuevo y simbólico.
La astronomía en ¨La Noche Estrellada¨
Uno de los detalles astronómicos más discutidos en ¨La Noche Estrellada¨ es el planeta Venus, que, según los estudios, habría sido visible en el cielo en el momento en que Vincent pintó esta obra en Saint-Rémy. En la esquina superior derecha del cuadro, hay una estrella particularmente brillante que se considera una representación de Venus. Esta inclusión de un detalle real y reconocible muestra cómo Van Gogh intentaba no solo capturar la emoción de la noche, sino también la precisión de la naturaleza.Además, los astrónomos han estudiado el patrón de las estrellas en la obra y han identificado ciertas constelaciones visibles en la época y lugar donde Van Gogh pintó el cuadro. Estas coincidencias han llevado a muchos a ver la pintura como una mezcla entre la observación científica y la pasión emocional. Es un cielo que sigue leyes astronómicas, pero también un cielo que desafía esas leyes al ser interpretado por el pincel de Van Gogh.
Las diferencias entre las dos versiones
¨La Noche Estrellada sobre el Ródano¨ y ¨La Noche Estrellada¨ de Saint-Rémy reflejan dos momentos diferentes en la vida y el estado de ánimo de Van Gogh. En la primera versión, hay una calma que parece evocar esperanza y serenidad. La luz de la ciudad y el brillo tenue de las estrellas sobre el río son un homenaje a la tranquilidad y a la belleza en los detalles cotidianos. La segunda versión, en cambio, refleja un estado de ánimo mucho más tumultuoso. El cielo está en constante movimiento, como si reflejara la lucha interna de Vincent y su conexión emocional con el universo.Mientras que en ¨La Noche Estrellada sobre el Ródano¨ la atención de Van Gogh se centraba en el equilibrio entre la ciudad y la naturaleza, en ¨La Noche Estrellada¨ de 1889, su enfoque es completamente cósmico. El cielo no es solo una parte del paisaje; es un personaje en sí mismo, una fuerza viva que parece hablar a través del movimiento de las estrellas y las nubes.
El legado de dos cielos
Ambas versiones de ¨La Noche Estrellada¨ son un testamento de la relación única que Van Gogh tenía con el mundo natural. Para él, las estrellas no eran solo cuerpos celestes; eran símbolos de esperanza, de paz y, a veces, de su propia lucha interior. A través de estas obras, Van Gogh nos permite vislumbrar su forma de ver la noche y el cielo: un espacio de reflexión, belleza y, en última instancia, de expresión personal.La primera versión, ¨Noche Estrellada sobre el Ródano¨, es una invitación a la calma, mientras que la segunda, ¨La Noche Estrellada¨, es una llamada apasionada al poder de la naturaleza y al misterio de la mente humana. Ambas reflejan, a su manera, la grandeza de la noche, y ambas continúan inspirando y emocionando a quienes las contemplan, recordándonos que la belleza se encuentra tanto en la paz de los reflejos como en la tormenta de los remolinos.
LAS OBRAS
La noche estrellada sobre el Ródano
Vincent van Gogh
Septiembre de 1888
Medio óleo sobre lienzo
Dimensiones Altura: 72,5 cm; anchura: 92 cm
Museo de Orsay
La noche estrellada
Vincent van Gogh
Creación 1889
Material Óleo sobre Lienzo
Dimensiones 73,7 centímetros × 92,1 centímetros
Ubicación Museo de Arte Moderno de Nueva York
(Estados Unidos)