Hécate, la diosa griega de tres caras es muy especial, aunque realmente no encaja en el cosmos ordenado de los antiguos griegos. Especificamente, ella no encaja en absoluto en el orden de los griegos, porque es una diosa del cambio. Las fases lunares, los caminos con encrucijadas, las puertas y las transiciones representan este principio del cambio que la diosa representa y hace cumplir inquebrantablemente a su manera.
Es una diosa que no tiene oponentes ni pelea con otros dioses, al contrario: es muy valorada y reconocida por todos ellos. Pero Hécate tampoco encaja en la distribución de roles, incluidas las jerarquías a veces estrictas de los dioses griegos. Llegó a Grecia como la diosa de la noche, y por tanto también como la diosa de la luna, especialmente de todas las lunas, la diosa de la magia, las encrucijadas y las transiciones.
Pero incluso esta imagen, cambia en el transcurso de solo unos pocos siglos. Las encrucijadas son típicas de Hécate, una señal de que algo más, previamente desconocido, es inminente. Hécate representa el poder y la capacidad de cambiarse a uno mismo, el cambio como principio de vida.
Pero también guarda los umbrales y puertas entre los mundos. En la vida cotidiana griega, esto también se aplicaba a las puertas y portones de las casas. En este sentido, ella era en cierto modo similar al dios romano de puertas y portones, Jano.
A diferencia de Anatolia, donde se dice que fue una diosa madre, en Grecia se convirtió en una diosa de la magia. Su culto se extendió en secreto. Y como mujer mágica, como Isis, en Egipto, era una llave al inframundo,
Por tanto estaba en contacto con mortales y dioses que llevaban una existencia sombría en el Hades, como ya hemos contado en La Vida es Arte.
El principio del cambio, del cambio eterno, también es evidente en su tríada: como la diosa de la luna. La extraña diosa es confundida muchas con la luna, o como tambien se le decia, el sol de la noche. En el cielo es Selene, en la tierra Artemisa y en el Hades Perséfone. Triple presencia, Virgen, Mujer Poderosa y Anciana Sabia.
Las representaciones más antiguas de la diosa todavía provienen de su tierra natal, Asia Menor. Las imágenes sobre ella muestran a la deidad entronizada y rodeada de leones. Luego, más tarde, en las imagenes posteriores desaparecerian sus leones.
Incluso más tarde, esta diosa griega se muestra joven, hermosa, con antorchas en las manos. Finalmente, en el período tardío de los dioses griegos, más precisamente en la época de Sócrates, la diosa se convierte en una tríada. Tres hermosas mujeres jóvenes de pie, espalda con espalda. Tienen frutas, antorchas y un ánfora en sus manos. Posteriormente se agregan serpientes, dagas, cuerdas, látigos, cuencos y llaves.
Esta obra que compartimos no es típica del estilo de Ribera y se cree que es de un período anterior a 1620. El artista, aunque nació en España, se mudó a Italia y vivió tanto en Roma como en Nápoles. Es una copia exacta de un grabado de Agostino Veneziano. Los tonos de piel y el hecho de que esté pintado sobre cobre podrían reflejar la influencia de las escuelas holandesa y flamenca. La obra representa a una bruja con la apariencia de Hécate, la diosa de la magia, montada sobre el esqueleto de una figura monstruosa, con su séquito detrás, en un loco frenesi.
LA OBRA
Procesion de las brujas al Sabbath
José de Ribera
Fecha desconocida
Técnica óleo sobre cobre
Altura: 34,3 cm; Ancho: 65,5 cm
Colección Apsley House