Una familia joven disfruta de un momento tierno en un claro frondoso. Venus, diosa del amor, sostiene el arco de Cupido, su hijo, mientras su padre Mercurio, dios de la sabiduría, le enseña a leer. Mercurio mira con cariño a su hijo, pero Venus nos mira soñadoramente y sonríe. Inusualmente, Venus se muestra con alas. La pintura fue diseñada como una pareja entre Venus y Cupido con un sátiro, en la que un sátiro retira la tela que cubre a Venus y Cupido que duermen profundamente, revelando sus cuerpos desnudos estirados en voluptuoso abandono.
La pintura del Louvre representa la Venus terrestre; Esta pintura en la National Gallery de Londres representa la Venus celestial. Las dos imágenes estaban destinadas a mostrarse juntas, y un inventario de 1589 registra que fueron colgadas en un dormitorio de la planta baja de un palacio en Mantua. La escuela del amor o La educación de Cupido fue siempre una obra muy famosa, cuyos elementos han sido copiados por Tiziano, Annibale Carracci y Rubens. La educación de Cupido fue pintada por Correggio, como encargo de Federico Il Gonzaga, como parte de un grupo de seis obras mitológicas. La pintura representa temas como el amor y la educación: La figura sensual de Venus combina erotismo y pudor en su acto de apartar la vista del espectador. La obra de Correggio que se anticipa a la delicadeza y al romanticismo del arte rococó del siglo XVIII fue muy admirado por los artistas que viajaron por Italia durante el siglo XIX.
En cuando a Venus y Cupido descubiertos por un sátiro, es tambien una obra de tema mitológico. Una alegoría del amor terrenal. Antíope de Tebas era hija del rey Nicteo de Tebas (o, según otros, del dios fluvial Asopos), cuya belleza llamó la atención de Zeus. Este la sedujo adoptando la forma de un sátiro. Tradicionalmente se ha considerado que en el cuadro está representada Antíope dormida, con Cupido a su lado, también dormido. La acecha Zeus en forma de sátiro. Sin embargo actualmente, la figura femenina desnuda es relacionada con Venus, la diosa del amor y de la belleza, siendo un simple sátiro quien la observa a ella y a su hijo Cupido. Hay una antorcha entre la figura femenina y Cupido, símbolo tradicional de la diosa y no de Antíope. Es un cuadro típico del manierismo, en el que ya no se respeta el equilibrio del Alto Renacimiento. Al contrario, las figuras adoptan posturas retorcidas y se colocan en forma diagonal. La figura del sátiro es escultórica, recordando a la obra de Miguel Ángel.
LA OBRA
Año 1524-1525
Óleo sobre lienzo
Tamaño 188 × 125 cm
Localización Museo del Louvre