Mi nombre es Dédalo, y soy conocido como uno de los más grandes inventores y arquitectos de la antigua Grecia. Mi vida ha sido una serie de éxitos y fracasos, de ingeniosas creaciones y trágicos errores, pero ninguna historia me atormenta más que la de mi hijo Ícaro y nuestra fatídica huida de Creta. Fui llamado a Creta por el rey Minos, un gobernante poderoso y astuto. Mi talento había alcanzado sus oídos, y él requería mis habilidades para resolver un problema delicado.
Soy Mirra, hija del rey Cíniras de Chipre y su esposa Cenchreis. Mi historia, marcada por el deseo prohibido y la retribución divina, es un testimonio del poder de los dioses y de los peligros de los deseos ocultos. Quisiera que mi relato sirva como advertencia y enseñanza. Desde pequeña, mi vida estuvo rodeada de lujo y belleza. Mi madre, Cenchreis, me decía constantemente que era hermosa, y me acostumbré a los halagos y la admiración.
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