Layo y Yocasta, rey y reina de Tebas, son advertidos, tras consultar a la Pitia (el oráculo de Apolo), que si tuvieran un hijo, éste mataría a su padre y se casaría con su madre. Imaginen el encantador momento familiar. Claro, el día tan temido llegó. Al nacer su hijo, Layo y Yocasta encargan a un sirviente que lo abandone en el monte Citerón después de atarle los pies. Pero un par de pastores lo encuentran, lo desatan y lo cuidan antes de encomendarlo a un viajero.L
En lo más profundo del Hades, donde las sombras danzan entre los lamentos de los mortales, habitan tres figuras envueltas en el misterio del destino. Son las Moiras, las antiguas tejedoras del hilo de la vida, cuya voluntad ni siquiera los dioses pueden desafiar. Cloto, Láquesis y Átropos gobiernan el destino de cada ser vivo con manos infalibles, ajenas a súplicas o deseos. Su labor es inexorable, y su relato se entreteje con la historia misma de la humanidad y los dioses.
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